jueves, 12 de enero de 2017

Dos historias

El 31 de diciembre, después de cenar, al gato y a mí nos entró un poco de sueño y decidimos tumbarnos en mi cama. Sólo queríamos descansar un rato antes de las campanadas. En algún momento entre las 23:20 y las 23:30 nos quedamos traspuestos ─dormidos, vamos─. Mi madre me contó que vino a avisarme a las 23:50 para comer las uvas todos juntos en el salón y que al vernos dormidos tan plácidamente no quiso despertarnos. Cuando abrí los ojos ya era 2017. Esto es verídico. El gato seguía igual que como le dejé en 2016; dormido con la cabeza apoyada en mi pecho. Miré la hora y abrí la boca para decir algo, pero no dije nada; preferí quedarme un rato más allí con mi gato ─total, ¿ya qué más daba?

El 1 de enero, pocas horas después de despertar junto a mi gato ─serían las tres de la madrugada─, en un local de allí, me encontré con mi ex. Llevaba sin verla más de cuatro años. La vi ─no sé si ella me vio a mí; seguramente sí─, pero no le dije nada. En su momento la cosa no acabó muy bien. De hecho acabó muy mal. Tanto tiempo sin vernos y sin saber del otro para acabar metidos en la misma fiesta de fin de año. Llevábamos en ese local más de una hora, sin darnos cuenta de que estábamos bailando a menos de un metro el uno del otro. Cómo es la vida, eh. Yo estuve perdidamente enamorado de ella en su momento. Fue mucho antes de conocer a Bonita. Era un amor muy distinto al que ahora sé que puede existir ─y existe─; un amor joven, visceral y de ojos cerrados.

Dos historias ocurridas en años distintos y sin embargo separadas por escasos minutos. Qué paradoja, ¿verdad? Una jugada caprichosa de la vida. Eso es lo que fueron mi salida y entrada de año. Me apetecía venir aquí y contarlo.

2 comentarios:

  1. Maravillosa historia. De hecho, sacas mi lado más cotilla. Me dan ganas de preguntarte qué pasó, qué sentiste, qué se te pasó por la mente. Pero, como ocurre incluso en las mejores películas, quizá sea mejor dejar ciertas cosas para la imaginación del espectador.
    Además, puedo tirar perfectamente de recuerdos propios. Yo también me encontré un año en Nochevieja con un ex. Fue un poco como en la canción "somebody that I used to know". Pero bien :)

    En fin, ¡espero leerte muy pronto, Icarus!

    Un abrazo,
    P.

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    Respuestas
    1. Me parece que voy a ser malo y te dejaré con la intriga :) Aunque si a ti te pasó lo mismo una vez sabrás cómo va eso. Ahora en serio, lo de la ex fue una cosa sin importancia; no pasó nada digno de ser contado aquí. Simplemente me pareció curioso la manera en la que se produjo el encuentro.
      Gracias por pasarte, P.
      Un abrazo.

      P.D. Tranquila, volveré pronto.

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