sábado, 26 de noviembre de 2016

A gusto

Han pasado dos meses desde que me fui de casa. Dos meses viviendo solo. Bueno, a decir verdad no vivo solo. Mi gato me acompaña desde hace poco más de tres semanas. Ahora mismo lo tengo al lado mientras escribo estas líneas. Son graciosos los gatos. Al mío le gusta mirar la pantalla del ordenador mientras escribo porque ve aparecer las letras y eso le fascina y le entretiene. Se puede llevar horas así. Aunque al final acaba dándole sueño el sonido de las teclas y termina durmiéndose. De hecho es probable que pase antes de que yo termine de escribir esta entrada.

Ayer vino una amiga a casa. Después de cenar me hizo una pregunta. 
─¿Estás a gusto aquí?
Respondí de inmediato.
─Pues sí. Estoy a gusto. Mucho, además.
No nos referíamos al salón de mi casa precisamente, sino a la vida que llevo aquí.
Venirme aquí es algo que decidí hacer hace ya un año y desde entonces todo lo que he hecho ha sido por y para poder estar hoy aquí. Pasé por cuatro trabajos ─tres de ellos simultáneamente─ y guardé hasta el último céntimo para poder vivir bien y no tener que privarme de nada. Porque una cosa tenía clara entonces: me vendría a vivir, no a malvivir. Otra condición que me impuse a mí mismo era que todo el dinero tenía que salir de mi bolsillo. De ahí lo de los cuatro trabajos. Esa historia merece un capítulo aparte, así que un día hablaré de cómo llegué aquí y explicaré mejor lo de los cuatro trabajos. A lo que iba; un segundo después de responder a mi amiga tuve una especie de revelación. Apareció delante de mí, clara como el agua: por supuesto que estoy a gusto, esta es mi casa.

Y es precisamente ahora cuando me apetece volver a escribir. He encontrado ─o creado, mejor dicho─ un espacio propio en el que poder sentirme muy a gusto, estoy en ese momento de la vida en el que uno ya se conoce y se encuentra cómodo consigo mismo. Estoy más cerca de los treinta que de los veinte y la vida me ha enseñado un par de cosas ─¡y qué cosas!─. Por todo ello abro este espacio, este rinconcito. Este es mi mundo, el mundo de Ícarus.

2 comentarios:

  1. Es curioso! Empezamos nuestro blog prácticamente a la vez, aunque por razones muy distintas... Tú porque por fin habías encontrado tu sitio, yo porque estaba más perdida que nunca.
    A mi también me gusta como escribes!
    Un saludo muy grande!
    (Ahora te sigo :) )

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    Respuestas
    1. Seguramente esos dos motivos sean los principales por los que se abren el 90% de los blogs :)

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