viernes, 7 de abril de 2017

Todo irá bien

─Oye.
─Dime, Papá.
─¿Dice la abuela que si no encuentras trabajo en dos semanas te vuelves?
─No, yo no he dicho eso.
─¿Entonces?
Llevo sin ir allí desde Navidades. Es bastante tiempo, lo sé. Mi abuela ─pobre mía─ está deseando que me vuelva. Pero que vuelva en plan para siempre, no de visita. Y, a ver, yo soy el primero que quiere ponerle solución a esto y hacer una visita a la familia lo más pronto posible, pero no para siempre. Ese no es el plan.
─Lo que le dije a la abuela es que si no me salía trabajo en estas dos semanas podría ir y hacer una visita.
─¡Ah!, claro. Claro, hombre. Es que ella se ha pensado que te venías ya para siempre.
─No, Papá. De momento no.

Llevo más de seis meses viviendo aquí. Eso significa que he pasado el ecuador de mi contrato de piso. Al menos el de mi primer contrato, porque la semana pasada renové por otros seis meses. Son (muy) buenas noticias ─para mí; para mi abuela no tanto─. El nuevo contrato se traduce en que viviré aquí, como mínimo, hasta febrero de 2018 ─estaré a punto de cumplir treinta─. No está mal, nada mal.
El único inconveniente entre tanta dicha es que sólo tengo ahorrado hasta julio. Es todo lo que pude conseguir durante el año que estuve pluriempleado allí. En definitiva, se me acabó el "año" sabático ─en realidad han sido sólo estos seis meses─. Toca buscar trabajo.

¿Y por qué he renovado el contrato si no tengo dinero suficiente? Pues porque en esta vida hay que arriesgarse para conseguir lo que uno quiere. Los de ciencias no solemos tirarnos a la piscina a menos que hayamos calculado antes cuántos litros de agua van a salpicar y qué altura tomará la ola; pero se ve que he cambiado porque, aunque, sí, soy de ciencias, me la he jugado.

Buscar trabajo siempre formó parte de mi plan ─obviamente, ¿qué creíais?─; nadie vive del aire. Como decía, tengo ahorrado hasta julio de este año. Para entonces tengo que haber encontrado un trabajo apañado que me permita costear mi estilo/ ritmo de vida aquí. Creo que es factible. Mi gato y yo vivimos bastante bien, sí ─para eso trabajé como una mula el año pasado─, pero no necesitamos una millonada para mantenernos. Nunca he tenido problemas para encontrar trabajo ─humilde (y muy honrado), sí, pero trabajo─, así que estoy seguro de que todo va a ir bien y conseguiré algo pronto. Porque aunque soy de ciencias también soy, por encima de todo, un optimista sin remedio.

Por eso sé que iré a ver a mi abuela. Por eso sé que encontraré trabajo pronto. Por eso sé que mi gato y yo seremos muy felices aquí. Por eso sé, en definitiva, que todo irá bien.

2 comentarios:

  1. Mi lema es actitud positiva, resultados positivos. Siempre lo tengo presente :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy contigo. Aunque evidentemente la actitud no lo es todo -aparecen muchísimos más factores-, marca mucho la diferencia. Al menos a mí me ha ido muy bien así.
      Un abrazo.

      Eliminar

Ya que has llegado hasta aquí...